La aplicación BDME TIP es una herramienta de visualización que permite representar, bien en forma de grafos —próximos a diagramas arbóreos-, bien en forma lineal, las familias y subfamilias léxicas del español. La aplicación traslada a la representación visual una parte de la información morfoetimológica almacenada en una Base de datos morfológica del español (BDME). Al mostrar las relaciones de parentesco en forma de árbol genealógico, se pretende superar el inconveniente de las obras impresas, donde la ordenación de las familias léxicas está condicionada por su estructura lineal.
La BDME fue diseñada y organizada por Jesús Pena (USC) a mediados de 1980. Fue sometida a reformas, ampliaciones y correcciones entre los años 2009 y 2016, con dos objetivos: a) proporcionar apoyo al Nuevo diccionario histórico del español (NDHE) de la RAE en cuanto a su configuración morfológica y genética; b) facilitar a los especialistas en morfología y léxico información más precisa sobre relaciones derivativas y sobre familias léxicas. La reelaboración de la BDME se llevó a cabo al amparo de dos proyectos de ámbito estatal (MICINN FFI2008-03532 y MINECOFFI2012-38550) y de otro autonómico (Xunta de Galicia10PXIB204249PR).
En la base de datos morfológica se otorgó carácter privilegiado al latín como lengua madre de las lenguas románicas. Las más de 30.000 palabras latinas analizadas, en relación con las 50.000 del español, permiten contrastar las series de derivación latinas con las series heredadas por el español. Gracias a esta comparación, se observan los reajustes experimentados en esta lengua como consecuencia de las lagunas y dislocaciones respecto de las series latinas, y se confrontan de manera exhaustiva los patrones de formación de palabras en las lenguas latina (madre) y española (hija). El análisis de más de 5.000 palabras del griego proporciona el origen tanto de léxico común como del vocabulario científico-técnico.
El diseño de la base de datos morfológica permite que, en el futuro, se extienda el análisis a otras lenguas. El vocabulario románico de origen latino y griego que se incorpore ya dispondrá de mucho léxico analizado en estas dos lenguas, y también estarán configuradas las series de derivación en que se integrarán las nuevas palabras analizadas. Desde su génesis, la base de datos fue concebida para dar cabida, no solo al español, sino también a las restantes lenguas románicas, lo que obligó al análisis previo de muchas de las familias léxicas del griego y, sobre todo, del latín.
En caso de citar este recurso, por favor use la siguiente referencia:
Pena, Jesús (dir.) (2019): BDME TIP. Plataforma web para el estudio morfogenético del léxico. Disponible en https://bdme.iatext.es
BDME TIP es una herramienta de visualización de familias léxicas, que se nutre del análisis morfoetimológico llevado a cabo en la BDME. En esta base de datos se almacenan propiedades morfológicas del léxico de varias lenguas emparentadas, en especial del español y del latín. A partir de la palabra-raíz de cada familia léxica que, en muchos casos, tendrá origen latino, se agrupan todas las voces que la integran y se efectúa un análisis morfológico minucioso de cada uno de los vocablos incorporados a la base.
Cada vez que se introduce una palabra se analiza morfológicamente —categoría léxica o clase de palabras, base, proceso morfológico, etc.— y se establece su relación genética —origen latino, griego, préstamo de otras lenguas—, con objeto de obtener una representación de las familias y subfamilias léxicas en diferentes épocas del español.
Los programas que gestionan la aplicación están diseñados para mostrar simultáneamente dos tipos de relaciones de la palabra, que obedecen a dos perspectivas distintas: a) las relaciones derivativas entre las palabras de la misma lengua, y b) las relaciones de las palabras con su origen, esto es, con una lengua distinta que ha sido la fuente directa o indirecta del préstamo adoptado. Desde la primera óptica, se analiza morfológicamente cada palabra dentro de la propia lengua; desde la segunda, se establece su relación genética con palabras de otras lenguas. Lo que ofrece la base de datos son familias de palabras relacionadas morfológicamente y emparentadas genéticamente. Se trata, por tanto, de una base de datos morfoetimológica.
En la BDME se analizan diferentes propiedades de cada palabra, entre las que figuran las siguientes: la lengua a que pertenece la palabra, la entrada (forma de cita en los diccionarios); variantes, sinonimia y ejemplos; significado (glosa breve para las palabras de lenguas distintas del español) y significados morfológicos (significado regular de las palabras complejas), marcas de uso (diacrónicas, diatópicas, diastráticas, diafásicas y diatécnicas), si es una palabra hipotética, y marca formal de la palabra: culta/popular.
La relación etimológica se ofrece en el origen, esto es, el antecedente inmediato en otra lengua de la palabra analizada. Mediante un buscador, se localiza la palabra asociada a la lengua originaria, lo que impone un orden rígido a la introducción de datos.
Los restantes parámetros están destinados al análisis morfológico del lema que figura en la entrada: si tiene estatus de palabra o se considera una raíz o un tema de palabra inexistente, la clase de palabras a que se adscribe, la base o las bases sobre las que se ha formado la palabra (por defecto figura una, pero se pueden desplegar hasta cuatro bases) y los bases de formación de palabras (afijación prefijación, sufijación, circunfijación, infijación, composición, regresión, sustitución, sustracción, vocal del tema, conversión, moción genérica, acortamiento, blending y siglación). Como información adicional, se añaden fuentes documentales, bibliografía de trabajos morfológicos utilizados e historial, comentarios aclaratorios de la palabra analizada.
El carácter diacrónico de la base de datos impone una presentación ordenada de las palabras y otorga prioridad al griego y al latín. Así, para introducir en español el verbo agonizar hay que introducir antes el grecismo latino agōnizāre y antes el verbo griego agōnízomai «luchar, combatir».
Una de las propiedades más destacadas de esta base de datos es que, una vez que se introduce la palabra objeto de préstamo dentro de su propia lengua, también se analiza hasta llegar a la palabra simple: para introducir el verbo griego agōnízomai hay que introducir previamente su base, el sustantivo agṓn «reunión», «lucha» y antes el verbo ágō «conducir, llevar». Otro ejemplo comprobatorio del largo recorrido que a veces requiere el análisis: esp. anatematismo: lat. anathematismus «excomunión» gr. anathematismós «acción de maldecir o anatemizar» anathematízō «pronunciar un anatema, maldecir» anáthema «objeto consagrado» anatíthēmi «poner sobre, cargar» títhēmi «poner».
Para introducir una palabra del español que es préstamo de una lengua distinta del griego o del latín, se necesita también una disposición ordenada en la introducción de las palabras: el esp. parcela es un préstamo del francés parcelle, que a su vez tiene su origen en el latín vulgar *particella, diminutivo de pars, -tis. El orden que hay que seguir es: lat. pars, -tis *particella fr. parcelle esp. parcela. Como se puede apreciar, una característica general y constante en el análisis de los datos es que toda palabra española que tiene su origen en otra lengua se analiza en dicha lengua hasta llegar también a su origen.
La BDME está descrita en Pena, J. (2018): “La Base de datos Morfológica del español (BDME): Caracterización y estructura”, en Garcés López, Mª P. (ed.): Perspectivas teóricas y metodológicas en la elaboración de un diccionario histórico, Madrid/Frankfurt am Main: Iberoamericana/Vervuert, 17-61.
Lugar de edición (ISSN 2660-7190)